La tasa de siniestralidad del autobús es la más reducida de todos los modos de transporte por carretera, según la DGT. En 2019, por primera vez en la historia desde que hay registros, se cerró el año con 0 víctimas mortales en autobús. El sector seguirá incorporando sistemas de mejora para reducir los accidentes al mínimo.
El presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS), Rafael Barbadillo, ha comparecido esta mañana en la Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados para abordar la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030, con la que se pretende reducir al 50% el número de muertes y de heridos graves en accidente de tráfico. Desde CONFEBUS han ofrecido su apoyo presentando una serie de propuestas para ayudar a construir dicha Estrategia, así como han puesto en valor lo que el transporte en autobús representa para la movilidad sostenible de las personas y la seguridad vial.
La tasa de siniestralidad del autobús es la más reducida de todos los modos de transporte por carretera, lo que le convierte en el modo más seguro de la carretera, según se desprende de los últimos datos recogidos por la Dirección General de Tráfico. En 2019, por primera vez en la historia desde que hay registros, se cerró el año con 0 víctimas mortales en autobús, aunque desafortunadamente, en 2020 lamentamos la pérdida de un viajero.
De este modo, Rafael Barbadillo ha señalado que “los datos hablan por sí solos, el autobús es un gran aliado y debemos impulsar su uso, ya que contribuye decisivamente a reducir tanto la pérdida de vidas humanas como de costes en términos de asistencia sanitaria y minusvalías por accidentes de tráfico”.
En este sentido, y como parte del compromiso con la sociedad y con la seguridad, el presidente de CONFEBUS ha advertido que todavía quedan puntos de mejora para reducir los accidentes a su mínima expresión, incidiendo en algunas reivindicaciones que el sector lleva pidiendo desde hace años para contribuir a disminuir la siniestralidad. Entre ellas, ha solicitado que las empresas puedan conocer el saldo de puntos de los conductores profesionales; realizar exámenes médicos obligatorios anuales para los conductores; controles aleatorios de alcohol y drogas; tolerancia cero para los conductores profesionales; junto con la instalación de alcolocks obligatorios en los vehículos matriculados a partir de una determinada fecha.
Asimismo, ha destacado que “para el sector la seguridad de los pasajeros es un elemento prioritario”, ya que es un modo de transporte que cuenta con más de 3.100 millones de viajeros al año y que llega a todos los rincones de nuestro país. Esto se manifiesta en la elevada profesionalidad y responsabilidad de los conductores, así como en vehículos cada vez más punteros en lo que se refiere a la seguridad, que sitúan a nuestra flota como una de las más modernas de Europa.
Sin embrago, también ha puntualizado que “aunque estamos en la senda correcta, somos conscientes de la importancia tanto del factor humano como del factor técnico cuando ocurre un accidente. Por eso, vamos a seguir incorporando sistemas de mejora para reducir los accidentes a la mínima expresión e invirtiendo en formación para mejorar la alta profesionalidad de los conductores de autobús. El objetivo es conseguir de nuevo los datos registrados en 2019: 0 víctimas mortales”.
Por último, para poder continuar situando el autobús como un modo de referencia en la sociedad, Rafael Barbadillo ha hecho hincapié en la necesidad de implementar un mayor número de carriles Bus-VAO, así como en reducir la edad máxima de acceso a la profesión de conductor de autobús. Además, con datos que avalan la seguridad del autobús, ha solicitado que no se disminuyan los límites máximos de velocidad de este modo, con el objetivo de poder llegar a un mayor número de usuarios y ahorrar tiempos de viaje.