Dom. Nov 10th, 2024

INFORME CARRILBUS SOBRE DESPOBLACION RURAL. Origen del problema, situación actual, proyectos europeos y soluciones de movilidad.

La despoblación rural en España

Más de 4000 municipios españoles en riesgo demográfico

Con una población que no alcanza los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado unos 4.000 municipios en España se sitúan en riesgo demográfico para la UE

  • España es el cuarto país europeo, tras Estonia, Finlandia y Letonia, con más municipios en riesgo de despoblación.
  • Asturias y Castilla y León son de las comunidades autónomas más afectadas por el abandono de población de sus municipios: más del 85% de sus municipios tenían en 2020 menos población que la que registraban en 1996
  • En la última década, casi nueve de cada diez municipios de menos de 1.000 habitantes y ocho de cada diez de menos de 5.000 han perdido población

La población española ha aumentado alrededor de un 38% desde 1975 hasta 2021: se ha pasado de un país con 34,2 millones de habitantes a otro de alrededor de 47,3 millones, pero este aumento de la población no se nota en todas las zonas por igual. Durante estos años, en los que el país ha sufrido una revolución económica, amplias regiones del país se han visto afectadas por movimientos migratorios de gran calado desde las zonas rurales hasta las grandes ciudades. Hablamos de la llamada “España Vaciada” y de la “Despoblación Rural”.

Definición de ‘despoblación rural’

Según indica un informe sobre el tema el banco español BBVA, “podríamos definir la despoblación rural como el fenómeno demográfico y territorial que consiste en la disminución de la población de las zonas rurales debido a la migración hacia otras urbanas. Muchas regiones de España, por ejemplo, han sido testigos de esta despoblación en el último siglo y medio: con el paso del tiempo, cada vez quedan menos vecinos en los pueblos, y los que quedan son cada vez más mayores. Como consecuencia, hay menos nacimientos, lo que favorece a su vez la despoblación”.

Según el profesor de sociología de la universidad de la Rioja, Sergio Andrés Cabello, “Se trata de un fenómeno estructural, que se viene produciendo en muchas regiones del mundo desde la segunda mitad del siglo XIX”.  

Este movimiento de población de los pueblos a las ciudades lleva provocando que amplias regiones de la península queden despobladas con densidades de población que compiten en los ránking europeos con la Laponia Noruega. En la actualidad, y según diferentes informes consultados, España es el cuarto país tras Estonia, Finlandia y Letonia con más municipios en riesgo de despoblación en Europa.

Asturias y Castilla y León son de las comunidades autónomas más afectadas por el abandono de población de sus municipios: más del 85% de sus municipios tenían en 2020 menos población que la que registraban en 1996. Tras ellas, Extremadura y Aragón son los territorios en los que un porcentaje más alto de municipios han visto mermada su población.

Uno de los principales motivos que los expertos suelen alegar para explicar la despoblación de parte de España es la emigración de sus habitantes a otras partes de España, a ciudades más grandes, capitales de provincia y también ciudades de tamaño medio. La otra cara de la moneda es la inmigración de ciudadanos de otros países que han visto en la despoblación de zonas rurales la oportunidad para labrarse una vida en España o de extranjeros que se asientan en este tipo de pueblos buscando la tranquilidad. De hecho, esta llegada de migrantes ha cambiado la vida en muchos pueblos españoles hasta el punto de que en algunos municipios en 2020 ya había registrados más extranjeros que españoles. De hecho, los datos facilitados por el INE ya mostraban en 2019, más de 20 municipios en España que contaban con más población extranjera que propia, muchos de estos municipios en la zona del Levante español.  

Un informe elaborado por BBVA indica que la despoblación rural “intensifica el envejecimiento, la pérdida cultural y la escasez de recursos en aquellas regiones donde la población se reduce, creando un ciclo difícil de romper”.

La serranía celtibérica es conocida como La Laponia del Sur

En el informe del BBVA afirman: “En la zona más septentrional de Europa, tocando el Círculo Polar Ártico y dividida entre las fronteras de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, se encuentra Laponia. Una región que es el hogar del pueblo sami y que se sucede entre fiordos, grandes valles, glaciares, lagos, montañas y kilómetros y kilómetros de tundra. En muchas zonas de Laponia, el clima y la orografía hacen difícil la vida, por lo que la región corona el podio de las más despobladas de Europa.

Sin embargo, otras zonas muy diferentes le disputan este primer puesto. Al otro extremo del continente, en el clima mucho más templado de España, la Serranía Celtibérica es conocida como la Laponia del sur. Esta área, que comprende territorios de diez provincias diferentes en cinco comunidades autónomas (Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana y La Rioja)  y ocupa el 13 % de la extensión total del país, cuenta con una densidad de población de menos de siete personas por cada kilómetro cuadrado. En algunos puntos, la cifra se reduce a un solo habitante para la misma extensión.

La Serranía Celtibérica, al igual que muchas otras regiones de Europa, América Latina y del resto del mundo, está condicionada por la despoblación rural. Un fenómeno que hace que las personas abandonen los núcleos rurales a favor de los urbanos, y que a lo largo de los últimos siglos ha dejado multitud de casas vacías y pueblos en los que el relevo generacional parece una utopía”.

Causas  de la despoblación rural

De acuerdo con el profesor Sergio Andrés Cabello, la despoblación rural está ligada a causas y determinantes económicos, sociales y culturales. 

“El primer factor que se debe tener en cuenta es el económico”, explica Andrés. “En España, al igual que en otras regiones, en la segunda mitad del siglo XIX y sobre todo a lo largo del XX se dio un proceso de industrialización que localizó la creación de riqueza en determinadas zonas, a menudo urbanas. El desarrollo, el trabajo y los servicios se concentraron donde se dio la industrialización”.

La segunda causa, la social, está estrechamente ligada a este desarrollo económico: los habitantes de zonas con menos opciones laborales salieron a buscar mejores oportunidades para ellos y para sus familias. “Las personas buscan lugares que les permitan estar bien y en donde realizar sus proyectos de vida. Esta es la base de cualquier migración”, añade Andrés.

“Además, y durante mucho tiempo, se infravaloró y se generó una visión muy negativa del medio rural, porque la modernidad y la evolución de las sociedades ha estado ligada al medio urbano. Se consideraba que vivir en la ciudad era mejor. Pero también debemos tener en cuenta que el medio rural es duro, complicado y difícil, y esto fue lo que hizo que muchas personas decidiesen buscar una alternativa”, explica el profesor de Sociología.

Por último, el cambio climático, y sus variaciones extremas de temperaturas, también se relaciona con la despoblación rural porque influye en el rendimiento de cultivos e incluso en la destrucción de campos sembrados, provoca pérdidas en las ganaderías o acelera la propagación de enfermedades y plagas.

Consecuencias de la despoblación rural

El estudio ‘La despoblación rural en España: génesis de un problema y políticas innovadoras’, elaborado por el Centro de Estudios sobre Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR) señala entre las principales consecuencias de la despoblación rural el envejecimiento de la población, el descenso de nacimientos y la falta de mano de obra para trabajar en la agricultura y otros sectores.

A esto se suma que la dispersión de la población hace que se reduzca el número de servicios prestados, lo que favorece que más personas decidan abandonar el lugar en busca de otros lugares con más opciones y oportunidades.

Es la pescadilla que se muerde la cola. El territorio se queda despoblado, se le presta menos atención y se reducen los servicios, lo que afecta a la cohesión social. Queda únicamente el sector primario, hoy la agricultura y la ganadería se enfrentan a numerosos problemas. A todo esto, se suma la falta de relevo generacional, por lo que el problema se va agrandando”, señala Andrés.

Si hablamos de consecuencias, hay que añadir repercusiones ambientales de la despoblación y su interacción directa con el cambio climático, como la desertización provocada por el abandono de cultivos, pastos y bosques, o el desarrollo incontrolado de vegetación espontánea; la pérdida de biodiversidad, la erosión, la degradación de paisajes o el aumento de incendios. Todo esto da lugar a migraciones climáticas, motivadas principalmente por los efectos del calentamiento global.

Alarmantes Datos de despoblación rural

De acuerdo con la Secretaría General para el reto demográfico del Gobierno de España, en este país el fenómeno de la despoblación es eminentemente rural y afecta sobre todo a los municipios pequeños. En la última década, casi nueve de cada diez municipios de menos de 1.000 habitantes y ocho de cada diez de menos de 5.000 han perdido población.

El problema no se limita a la última década. Entre 1975 y 2021, y de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 17 provincias españolas eminentemente rurales perdieron población. La lista la encabeza Zamora, provincia que vio cómo el número de habitantes se redujo un 31 %, seguida de Lugo (30 %) y Soria (21 %).

Actualmente, la densidad media de España es de 93 habitantes por kilómetro cuadrado, una cifra que está por debajo de la media de la Unión Europea (que ronda los 120 habitantes por kilómetro cuadrado). Sin embargo, casi 4.000 municipios tienen menos de 12,5, una densidad que la UE considera de riesgo demográfico.

Estos municipios se extienden por 243.000 kilómetros cuadrados, lo que equivale al 48 % de la superficie del país y nos indica que casi la mitad del territorio de España está vacío. Hoy, más del 80 % de la población vive en menos del 20 % del país, reunida sobre todo en las ciudades.

En busca de soluciones contra la despoblación rural

“El de la despoblación rural es un escenario muy complejo, por lo que las soluciones también deben serlo. No debemos olvidar que con ellas se trata de revertir más de siglo y medio de procesos que han transformado las sociedades”, señala Andrés. “Es un problema que se debe abordar de forma sistémica y estructural, y poniendo el foco no en cada pueblo, sino en el territorio en su conjunto”.

De acuerdo con el profesor, las soluciones cortoplacistas y muy deterministas no son la solución. “El problema no se va a solucionar porque se ponga conexión a Internet o se haga una carretera. Es más difícil que eso”, explica el profesor de Sociología. “Hay que tener muy en cuenta aspectos como la movilidad, el acceso a los servicios y la creación de oportunidades. Y evitar tanto el desprecio como la romantización del medio rural, un espacio muy variado y lleno de complejidades”.

FUENTES: BBVA / EPDATA / INE

CAMINOS PARA LA ESPAÑA INTERIOR

Por Julián Sastre. He participado en la redacción de este libro denominado Caminos para la España interior, con autores excelentes como: Cinta Romero, Erick Remedios Muiños, Carla Messina, Antonio Lucas-Alba, Maria Eugenia Lopez Lambas, Ana Hernando Mazón, Ana Ferruz GraciaRafael Cortés Navarro, Iván Bedia, Juan José Arriola BallesterosAlberto Arbaiza.

A partir de ello, he escrito este artículo que resume el mismo y que os animo a leer ya que invita a una reflexión sobre nuestra España vaciada y su movilidad. Aquí te incluyo la primera parte y más adelante verás análisis de experiencias de interés internacionales.

Introducción

El gran número de autores y autoras que firman “Caminos para la España Interior”, así como los conocimientos y visiones tan distintas entre sí, hace ver los diferentes ámbitos que se tratan en esta publicación. No solo con los (escasos pero crecientes) proyectos de éxito en la España rural se pueden hacer frente a grandes retos, como la despoblación o el acercamiento de servicios a la población más remota, sino que también se puede mirar fuera de las fronteras, como a Italia, o tener en cuenta las consideraciones de la Comisión Europea, para corregir una situación que lleva varias décadas existiendo y cada vez se agranda más.

Desde la Prehistoria, el ser humano necesita moverse (ya lo hacía cuando era nómada) aun habiéndose asentado más adelante. No siempre en el lugar en el que alguien se encuentra tiene lo necesario para vivir, o incluso sobrevivir. Por ello, es necesario el transporte para casi cualquier escenario. Desde siempre, ha cumplido una triple función de cohesión tanto económica, como social y territorial, cada una más necesaria que la anterior para el desarrollo de una comunidad. La carencia de un servicio así genera en las poblaciones la búsqueda de recursos, a los que no cualquiera puede acceder.

Para salir del círculo vicioso de “poca demanda equivale a poco transporte” por parte de las operadoras, y así sucesivamente hasta desaparecer, es necesaria una correcta planificación de la movilidad y del transporte. Es cierto que, en zonas rurales con poca población y densidad, los proyectos tradicionales no triunfan. Quizá sea necesario abrirse a nuevas tendencias, como las que más adelante se van a describir.

Asimismo, no solo hace falta un sistema de transporte útil, sino también una red de infraestructuras que sea capaz de absorberlo. Incluso la idea más innovadora necesita unos mínimos para su correcto funcionamiento. Y si el mínimo camino de acceso hasta el objetivo no es el adecuado, estará destinado a fracasar, como si la carretera al pueblo más remoto no cumpliese el mínimo para que cualquier vehículo o persona pudiera transitar, ese sitio se abandonaría.

Por ello, se va a hacer un recorrido por los diferentes escenarios que plantea este libro, aglutinado las perspectivas que suceden en cada uno de ellos, según las características de los lugares en los que se basan.

La perspectiva de la UE

La Unión Europea está dando pasos y mostrando un fuerte compromiso en aras de mejorar la prestación y el acceso a los diferentes servicios en zonas rurales, en las que la movilidad es complicada. De hecho, según un barómetro de la Comisión Europea, se detectó que la percepción en la mejora de acceso a esos servicios, concretamente los esenciales (educación, mercado laboral, sanidad), se ha mantenido o, incluso, empeorado en la última década.

Ya a finales de la década de 1990, la propia Comisión hizo una clasificación y diferenciación de las zonas urbanas y rurales dentro del continente. Con unos datos más actualizados, tres de cada diez los europeos vive en zonas rurales, pero que se traduce en una superficie del 80% del territorio de la UE. Además, es en estas zonas en las que existe el menor porcentaje de población menor de 50 años.

De forma más reciente, la Comisión Europea publicó una iniciativa en 2021, destacando que forma parte de la prioridad política de este órgano, denominada “Una Visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE: hacia unas zonas rurales más fuertes, conectadas, resilientes y prósperas antes de 2040”. Este proyecto incluye un Plan de Acción con los mencionados impulsos para estas zonas rurales. Concretamente, se menciona que no solo se debe establecer una conexión en materia de transporte (bien infraestructuras, bien modos que faciliten el desplazamiento, que ya de por sí son importantes), sino también en el aspecto digital.

Asimismo, dentro de la iniciativa de la Unión Europea para las zonas rurales, se proyecta a su vez “Pacto Rural y un Plan de Acción Rural de la UE acompañado de iniciativas emblemáticas tangibles y nuevas herramientas ayudarán a lograr los objetivos de la Visión”. Desde el organismo, en el aspecto concreto de la movilidad, se “insta a los Estados miembros y las regiones a desarrollar estrategias de movilidad rural sostenibles”, poniendo en marcha iniciativas como “desarrollar la movilidad rural a través del apoyo a los municipios rurales a la hora de identificar mejores prácticas, o impulsar las conexiones urbano-rurales en el nuevo Marco de Movilidad Urbana de la UE”, por citar algunas de ellas.

El hecho de utilizar soluciones inteligentes de manera eficiente mediante las últimas tecnologías, puede brindar un servicio de forma óptima, utilizando los mínimos recursos. En este sentido, uno de los proyectos llevados a cabo, y financiados por el organismo europeo, es Smart Rural Transport Areas (por sus siglas, SMARTA). SMARTA identifica y prueba soluciones de movilidad a demanda en áreas del medio rural, teniendo en cuenta las particularidades y el escenario en el que se encuentran sus zonas de actuación, con el fin de mejorar los desplazamientos y la accesibilidad de estas poblaciones.

Movilidad y género en el área rural

Tanto la movilidad como el género tienen mucho que ver entre sí, bien en las ciudades, bien en las zonas rurales. Es en esta última en la que se centra un estudio realizado mediante unas entrevistas a siete hombres y nueve mujeres, en edades comprendidas entre los 30 y 65 años, con distintas ocupaciones profesionales y residentes en municipios rurales de entre 250 y 10.000 habitantes de Aragón.

El primero de los temas que se trata es la importancia de la movilidad, tanto a nivel personal como en el ámbito rural, unas cuestiones en las que las personas entrevistadas coincidieron en darle una alta valoración. Las causas de esta afirmación radican en la dispersión geográfica de los servicios, lo que implica el necesitar un vehículo (por lo general, propio) todos los días, a prácticamente cualquier edad. No obstante, la relación de ser mujer con otorgar bastante importancia a la movilidad personal sí produjo una relación entre ambas variables.

También dieron una gran importancia a la relación entre transporte e infraestructuras, ya que el hecho de que las segundas no sean los suficientemente útiles o no cumplan con unos criterios mínimos, resta atracción a la puesta en marcha de proyectos que necesiten unos mínimos de transporte. No obstante, el conjunto de los entrevistados aclaró que las necesidades básicas estaban cubiertas, pero en caso de necesitar algo más específico, independientemente del ámbito en cuestión (sanitario, comercial, ocio, etc.), el desplazamiento se complicaba de forma considerable. También hay que apuntar que el tamaño de la población influye notablemente, puesto que cuanto más pequeño sea el lugar de residencia mayor es el riesgo de no tener ciertos servicios.

El estudio destacó que, en general, el transporte público se utilizaba poco, al mismo tiempo que se percibía con poca practicidad, funcionalidad y accesibilidad, y el hecho de depender de ello hace perder mucho tiempo por la escasez de horarios de servicio, que además se ha agudizado últimamente. De la misma forma, el transporte privado se le dotó de una gran importancia, sobre todo en las zonas menos pobladas, una visión opuesta a aquellas zonas más densamente habitadas.

En cuanto a los perfiles más afectados por esta situación, el conjunto de las personas entrevistadas concluyó que ser una persona mayor o persona dependiente es quien sufre más por la precariedad en el transporte público de las áreas rurales. Seguidamente, las mujeres, mayoritariamente adultas e inmigrantes, se perciben como otro grupo damnificado, ya que no todas tienen carné o vehículo propio (en este último caso, suele esta supeditado a la disponibilidad del hombre). En el lado contrario de la balanza, grupos como jóvenes y adolescentes, principalmente hombres, son los que menos se ven afectados.

Sobre la percepción de las mujeres sobre su situación en el ámbito rural, el estudio destacó que estas tienen problemas a la hora de encontrar trabajo, aunque está cambiando la tendencia, al igual que ciertas costumbres habitualmente realizadas por hombres empiezan a ser hechas por mujeres. No obstante, aún siguen existiendo discursos que obvian el alcance de las importantes desigualdades existentes entre hombres y mujeres en el ámbito rural, a pesar de ser algo transversal a todas las épocas. Asimismo, la falta de infraestructuras y los aprendizajes de generación en generación, hace que las nuevas descendencias se marchan, mientras que las más ancianas se quedan al no poder hacer otra cosa.

En línea con lo anterior, al preguntar sobre la necesidad de cambiar la visión de la mujer y sus obligaciones en el entorno rural, las propias mujeres fueron más conscientes de este hecho. Están surgiendo líneas de emprendimiento, aunque no son del todo aceptadas o entendidas, y ello implica que el ritmo se ralentice de forma considerable.

El transporte a la demanda: una solución en la lucha contra la despoblación rural

Buitrago de Lozoya, Madrid

Buitrago de Lozoya, Madrid.

A la hora de buscar soluciones para luchar contra la despoblación rural hay dos aspectos determinantes a tener en cuenta como es la alfabetización digital y la movilidad.

De hecho, uno de los grandes retos a los que se están enfrentando los pequeños municipios de la Sierra Norte de Madrid es la movilidad de los ciudadanos. Por su gran extensión geográfica, por la dispersión de los municipios y por su escasa población, la actual red de transportes conlleva unos altos costes operativos, con baja ocupación y un coste por usuario excesivamente alto.

Otro tema a considerar es que la red de transporte está orientada principalmente a conectar con Madrid pero no los municipios entre sí. Esto imposibilita la interrelación de la población, especialmente jóvenes y personas de tercera edad, y dificulta el acceso al trabajo en pequeños municipios para aquellos habitantes que residen en otros municipios pequeños, al no disponer de medios alternativos de transporte.

La situación expuesta produce un enorme desfase, brecha de movilidad, entre los habitantes de grandes y pequeños municipios, dejando a estos últimos en enorme desventaja, obligando a sus habitantes a disponer de transporte privado.  Lamentablemente el hecho de que no todos los hogares se pueden permitir un vehículo privado, los habitantes no disponen de carnet de conducir o no están habilitados a conducir impide el acceso a servicios esenciales que sí están disponibles para municipios de mayor población como podría ser la elección de colegio o instituto, actividades deportivas o culturales, oportunidades de empleo y simplemente hacer la compra semanal.

La solución -> transporte a demanda

Centrada en la digitalización y la optimización de los servicios de transporte público, NEMI flexibiliza y optimiza las rutas de transporte existentes para mejorar la eficiencia y mejorar la experiencia de usuario del transporte público en contextos de baja demanda.

Mediante una aplicación para el usuario, una aplicación para el conductor, un back-office web y un algoritmo de optimización de rutas, los servicios se construyen y optimizan en función de los lugares de reserva.

En estas áreas tan particulares, como la Sierra Norte de Madrid, el transporte tradicional de líneas regulares con vehículos de alta capacidad conllevan un alto coste operativo que obliga a las Administraciones Públicas a reducir el número de expediciones para contener y racionalizar el gasto público.

En cambio, el transporte a demanda sólo se expide cuando existe una demanda real del mismo y con vehículos de menor capacidad, mucho más versátiles y con unos costes operativos mucho más bajos.

Martí Jofre, CEO de Nemi explica: “el transporte a demanda busca priorizar la máxima ocupación del vehículo, optimizando y variando tanto sus rutas como los horarios de expedición, e invirtiendo el tradicional sistema de coste por kilómetro para llevarlo a un sistema de coste por usuario. La clave de este sistema está en la planificación que permite la demanda anticipada”.

El servicio de Transporte a Demanda pretende garantizar el acceso al transporte regular, disponible en municipios de mayor población, y extenderlo a todos los ciudadanos de la Sierra Norte de Madrid en igualdad de condiciones, y con el objetivo primordial de minimizar al máximo el coste por cada usuario transportado.

El servicio en cifras

  • 54 núcleos de población
  • 32.000 habitantes
  • 27.000 pasajeros en 2023
  • 73% usuarios mujeres
  • 50% uso para acudir al trabajo

La finalidad última del proyecto es contribuir al plan para la revitalización de los municipios, y luchar contra la despoblación en la Sierra Norte de Madrid, ofreciendo a sus residentes una mejora en la red de transporte público a través de un servicio de transporte a demanda, facilitándoles un mejor acceso a los servicios esenciales.

Puedes descargar este informe en el pdf adjunto:

Por Mayte

Periodista especializada en movilidad y transporte público de viajeros. Editora de las revistas Carril Bus y City Motion

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