Como cada 10 de junio, la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS) se une a la celebración del Día Mundial de la Seguridad Vial establecido por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para promover la educación vial como estrategia para evitar accidentes de tráfico y reducir el número de víctimas en carretera a cero.
El uso del transporte en autobús contribuye significativamente a la seguridad vial y a la consecución del objetivo de cero víctimas mortales de tráfico a través de varios mecanismos clave. Así lo demuestran las cifras de la DGT, el autobús registra la tasa de siniestralidad más reducida de todos los modos de transporte por carretera (0,08% del total), , con 1 víctima en 2023, lo que le convierte en el modo más seguro.
En primer lugar, el uso del autobús contribuye a la descongestión de las carreteras. Un trasvase modal implica menos vehículos y por tanto menos posibilidades de colisiones y accidentes, lo que contribuye a una mayor seguridad vial. Al disminuir el tráfico, se reduce la congestión y el riesgo de accidentes, especialmente en áreas urbanas y durante las horas punta. Además, menos coches en circulación también significa una menor probabilidad de comportamientos imprudentes como el exceso de velocidad, además de contribuir a la mejora de la calidad del aire.
Por otro lado, los autobuses son conducidos por profesionales que han pasado por rigurosos procesos de formación y certificación, lo cual garantiza un mayor nivel de competencia y seguridad en la conducción. Los conductores de autobuses reciben formación especializada en técnicas de conducción segura, manejo en situaciones de emergencias y conocimiento de las normas de tráfico. Este nivel de formación reduce significativamente el riesgo de accidentes causados por errores humanos, aumentando así la seguridad de los pasajeros y de otros usuarios de la vía.
Además, los autobuses modernos están equipados con todos los sistemas de seguridad más avanzados existentes, como el control de estabilidad, los de frenado de emergencia y de antibloqueo o los de ayuda a la conducción (ADAS), entre otros. Estos sistemas ayudan a prevenir accidentes y protegen a los pasajeros en caso de una colisión. Los autobuses están diseñados para ser más visibles en la carretera y tienen estructuras reforzadas que mejoran la seguridad en caso de impacto. Estas características de seguridad avanzadas son un factor crucial en la reducción de la gravedad de los accidentes y en la protección de la vida de los pasajeros.
Finalmente, la promoción del uso del autobús puede influir positivamente en la planificación urbana y en la inversión en infraestructuras viales más seguras y eficientes. Un aumento en el uso del transporte en autobús puede motivar a los gobiernos a mejorar las infraestructuras dedicadas al transporte colectivo, como carriles exclusivos para autobuses, paradas seguras y bien señalizadas, acceso prioritario a los colegios y mejores sistemas de control de tráfico. Estas mejoras no solo benefician a los usuarios de autobuses, sino que también aumentan la seguridad general para todos los usuarios de la vía.
Según Rafael Barbadillo, presidente de CONFEBUS, “se ha demostrado que el fomento del uso del autobús es una estrategia eficaz para mejorar la seguridad vial y en la consecución del objetivo de cero víctimas mortales en accidentes de tráfico, la única cifra aceptable. El sector es consciente de la importancia de contar con los mejores estándares en materia de seguridad, así como la profesionalidad de los conductores, como ejes clave para garantizar la cifra cero”.