El Comité Nacional de Transporte por Carretera, en el que se encuentra FVET, ha advertido del hartazgo del sector en una carta abierta enviada al Ministerio de Transportes. Al trato vejatorio de los profesionales se le suma la escalada de precio del combustible, que ya es del 23%, el pago por uso de autovías y autopistas o la autorización de 44tn y 4,5 metros de altura para los camiones. El 70% transportistas valencianos considera que se producirá un cierre de empresas antes de que acabe el año y reclaman una respuesta por parte del Ejecutivo.
“Ante un cierto riesgo de quiebra estructural del sector, solo cabe llamar a la sensibilidad de las bases asociativas de nuestras organizaciones con el fin de trasladar a la sociedad el grave peligro ante el que se encuentra el transporte por carretera”. Con estas palabras el Comité Nacional de Transporte por Carretera, constituido por distintas asociaciones y federaciones entre las que se encuentra la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y La Logística (FVET), ha hecho un llamamiento a los transportistas para adoptar “medidas excepcionales” frente a la situación crítica en la que se encuentra el sector.
Así lo recoge la carta enviada hoy al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en la que el sector ha hecho explícito su hartazgo ante el “abandono” que está viviendo pese a las insistentes peticiones por parte de la patronal de reunirse con el Ejecutivo.
Problemas estructurales y coyunturales
“En primer lugar, estamos experimentando una escalada del precio del combustible que está llegando a máximos históricos y ya supone un crecimiento de cerca del 23% con respecto al año anterior. Se trata de un ascenso insoportable: el 70% de los transportistas valencianos consideran que se producirá un cierre de empresas antes de que acabe el año y la práctica totalidad de ellos señalan como primera causa la escalada del precio de nuestra materia prima. El coste del combustible supone el 30% de nuestros costes”, explica Carlos Prades, presidente de FVET.
A esta situación se le suma que el conductor sigue asumiendo labores de carga y descarga, el trato vejatorio que recibe en las instalaciones de los clientes y las propuestas planteadas por el Gobierno Central que penalizan al camión, como el pago por uso de las autovías y autopistas y la autorización del camión de 44tn y 4,5 metros de altura, medidas planteadas sin el consenso del sector. Además, respecto a la carencia de conductores por la falta de atractivo de la profesión, el Comité añade que “tampoco las empresas de transporte, mayormente en situación de supervivencia, están en condiciones para pagar unos sueldos muy superiores, que en ningún caso van a compensar ese maltrato” en las instalaciones de los clientes.
“Nos vemos forzados a adoptar medidas, sean las que sean, para evitar el riesgo de quiebra estructural del sector. El transporte de mercancía por carretera en España pasa por el camión y, de entre todas las comunidades, nuestra autonomía tiene un peso determinante, siendo la tercera, tras Cataluña y Andalucía, con mayor volumen de mercancías transportadas”, concluye el presidente de FVET.