El futuro del transporte urbano y metropolitano
¿Cómo será el transporte urbano y metropolitano en la próxima década?
La irrupción de las energías alternativas y la transformación de las flotas hacia vehículos cero emisiones es un hecho innegable, así como lo es el desarrollo la inteligencia artificial (IA) y sus infinitas aplicaciones para todo. En este futuro que nos atañe, la evolución tecnológica será clave.
Se espera que la movilidad urbana en el futuro sea más sostenible, eficiente y segura. Algunas tendencias que están empezando a tomar fuerza son:
- Mayor uso de vehículos eléctricos y de energías renovables.
- Incremento del uso de bicicletas y patinetes eléctricos compartidos como alternativa de movilidad en distancias cortas.
- Desarrollo de vehículos autónomos, lo que mejoraría la eficiencia del tráfico y reduciría los accidentes de tráfico.
- Mayor infraestructura de transporte público de alta calidad y eficiente en términos de costos.
- Uso de tecnología avanzada para mejorar la gestión del tráfico y la movilidad en general.
- Mayor integración de los servicios de transporte para ofrecer a los usuarios una experiencia de movilidad más integrada y sencilla.
Estas tendencias apuntan hacia una movilidad urbana más verde, moderna y conectada que puede mejorar la calidad de vida de las personas en las ciudades.
Sin duda, las ciudades están sufriendo una transformación imparable y sin igual. Hoy, los núcleos de población ya no crecen de forma desordenada. Ahora todo se planifica y se planifica pensando en las personas, no en los vehículos, como se hizo en el siglo XX. El siglo XXI quiere reconquistar el espacio para los individuos y la cuestión es como será nuestra movilidad, que papel jugarán los vehículos privados y el transporte público en general.
Para ofrecer una visión lo más amplia posible de ese futuro, hemos preguntado a operadores de transporte, industria y expertos.
“El vehículo particular, aunque sea eléctrico, no tiene cabida en el nuevo modelo de ciudad”, Miguel Ruiz, presidente de ATUC

“El transporte público es y va a ser cada vez más el eje central de la movilidad urbana y metropolitana”, Miguel Ruiz, ATUC.
Miguel Ruiz, presidente de ATUC y gerente de la EMT de Málaga nos dice: “Soy de los optimistas en el sentido de tu pregunta. Estoy convencido de que el transporte colectivo tiene futuro, un recorrido amplio, debido sobre todo al modelo de ciudad que todos queremos y que la sociedad demanda”.
Y añade, “en ese modelo de ciudad, no tiene cabida el vehículo particular, incluso el coche eléctrico ocupa espacio, y no es por tanto una solución definitiva a los problemas de movilidad”.
Por otro lado, el presidente de la asociación de los transportes urbanos colectivos, ATUC, cree que los modos individuales de movilidad tienen un alcance muy limitado en cuanto al número de personas que pueden desplazar en su conjunto. “Por tanto, el transporte público es y va a ser cada vez más el eje central de la movilidad urbana y metropolitana”, afirma.
En cuanto a la creación de las zonas de bajas emisiones, ZBE, nos comenta: “vamos a ver cómo avanzan las ZBE, puede que tarden un poco más de lo esperado en implantarse, pero esa es la política europea, no hay otro modo de concebir las ciudades”.
La transformación del parque de vehículos nos trae cambios, pero según comenta Miguel Ruiz “habrá que ver la evolución del parque de vehículos eléctricos y H2, tras la llegada de los Fondos Europeos. Los precios de estas tecnologías están bajando, y tendrán que resultar tan atrayentes como las tecnologías a las que sustituyen”, aclara.
En definitiva, “va a ser una década interesante, con cambios trascendentales que marcarán el futuro de nuestro sector”, afirma Ruiz, que sin duda es uno de los grandes referentes del transporte público español.
“El futuro de las ciudades será más humano, más de las personas”, Antonio Pomares, CECU

“El vehículo privado solo se utilizará para ir de vacaciones o desplazarse a lugares más lejanos”
Desde la organización de consumidores y usuarios, CECU, nos recuerda su portavoz, Antonio Pomares, unas palabras de Antonio Carbonell. Hace años ya, Carbonell comentaba que las ciudades no estaban proyectadas para vivir sino para viajar. “Moverse, fabricar, vender, exponer … conforman el tipo de proyecto de ciudad actual donde el ser humano no tiene sitio y llegará un momento que no se pueda vivir. Se proyectan grandes urbes sin fuentes, sin árboles que absorban el CO2 y den sombra, sin asientos, sin servicios… Cada vez más carriles para más vehículos. Ahora la propulsión es con combustibles fósiles, mañana coches eléctricos con baterías que vienen “de no se sabe dónde”, con biometano, pilas de combustible de hidrógeno de varias clases … Muchos vehículos privados y poco transporte público, esa es la actualidad que tenemos. Es decir, que si no cambiamos las ciudades seguirán siendo de los coches».
En opinión de Antonio Pomares, el futuro será completamente diferente. “El vehículo privado solo se utilizará para ir de vacaciones o desplazarse a lugares más lejanos. El transporte será subterráneo en las ciudades. Y lo mismo que ahora todos los autobuses son vía terrestre los habrá aéreos. No será anormal que los taxis te recojan o en las terrazas o en la ventana de un tercero o cuarto piso. Además, los transportes públicos en muchos casos serán gratis o a precios adecuados. Los combustibles serán no contaminantes, se utilizarán las nuevas tecnologías y tendremos coches, autobuses autónomos sin conductor, reparto de mercancías con drones desde centros de distribuciones de reparto que utilizarán como punto de almacén tiendas, farmacias, bares … Y, desde luego, habrá ciudades más humanas en las que podamos VIVIR
La Asociación de la Carretera también detecta un gran protagonismo del transporte público en los próximos años

“Habrá un fuerte protagonismo del transporte público, ampliando las infraestructuras y servicios para mejorar la cobertura en las zonas con menos oferta en la actualidad”
En la actualidad, alrededor del 56% de la población vive en ciudades, según datos del Banco Mundial. Se espera que esta tendencia continue creciendo hasta el 70% en 2050. Es por ello que la movilidad urbana está llamada a continuar con su evolución para ser más segura, sostenible, amable, conectada, etc. y, al mismo tiempo, contribuir a los objetivos ambientales, climáticos, sociales y económicos, entre otros.
Es evidente que la situación será muy diferente en ciudades con un modelo de transporte público consolidado, como pueden ser las ciudades de tamaño medio y grande en España, a la de ciudades de tamaño pequeño o ciudades de los países emergentes, donde la disponibilidad de infraestructuras para el transporte público está más limitada.
En opinión de la Asociación Española de la Carretera, las tendencias que se prevén con el año 2030 como horizonte son:

- Implantación de zonas de bajas emisiones y restricciones a la movilidad de los vehículos más contaminantes.
- Despliegue masivo de vehículos poco contaminantes, ya sean eléctricos o de otro tipo, lo que conlleva la necesidad de un despliegue masivo paralelo de infraestructura de recarga y adecuación de la capacidad del suministro eléctrico.
- Fomento de la movilidad activa (a pie o en bicicleta), mediante la provisión de una red segura y conectada entre itinerarios que permita la viabilidad del tráfico ciclista.
- Regulación del uso de vehículos de movilidad personal, para reducir posibles conflictos con otro tipo de movilidad.
- Fuerte protagonismo del transporte público, ampliando las infraestructuras y servicios para mejorar la cobertura en las zonas con menos oferta en la actualidad.
- Incentivación del uso del transporte público mediante bonificaciones, provisión de aparcamientos disuasorios e incluso con sistemas de pago para reducir la entrada del vehículo privado en ciudades, como ya ocurre en varias metrópolis del mundo.
- Crecimiento de soluciones de “movilidad como servicio” en zonas de baja población.
- Implantación del modelo de “sistema seguro” en el ámbito urbano para avanzar hacia una visión cero en la siniestralidad urbana, especialmente en el caso de los usuarios más vulnerables (peatones, ciclistas, motociclistas y usuarios de vehículos de movilidad personal).
- Potenciación de la movilidad en el concepto de Smart City: Creciente protagonismo de la movilidad conectada, no solo en la mejora de los servicios a los usuarios, sino también en la disponibilidad de información para mejorar la gestión de la movilidad por parte de operadores públicos y privados.
- Preponderancia del sharing frente a la tenencia y crecimiento de opciones MaaS.
- Importancia creciente de la última milla y el reparto urgente de productos y mercancías.
Y todo ello bajo el paraguas de los vectores de transición ecológica y digital que ahora mismo están liderando todos los planes para evolucionar la economía, la sociedad, nuestros hábitos, etc., los cuales están aún más presentes si cabe en el ámbito de la movilidad.
“El transporte público será el gran protagonista de la trama urbana de nuestras ciudades”, Antonio Poveda, AMB

“Además de unos eficientes servicios de metro, ferrocarril y tranvía, que tenemos que seguir mejorando con la voluntad y la alianza sincera de todos los actores implicados, llegaremos a 2030 con una extensa red de autobuses metropolitanos de alta frecuencia, capacidad y calidad”
Antonio Poveda es vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB y presidente de Red de Ciudades por la Bici. Esto es lo que nos cuenta sobre su visión del futuro del transporte público en 2030 y los pasos de Barcelona en el desarrollo de la movilidad.
“A diferencia del último siglo, para el año 2030 el transporte público será el gran protagonista de la trama urbana de nuestras ciudades. Estamos redibujando nuestras calles y vías interurbanas para que así sea. Aunque en muchos casos ya es visible, para entonces será una realidad global en la metrópolis de Barcelona. Nos hemos convertido en un referente en movilidad sostenible y saludable, sirviendo de modelo para muchas otras ciudades españolas e incluso europeas, e inequívocamente es nuestro deber ir en esa dirección. No hay otra posible.
Además de unos eficientes servicios de metro, ferrocarril y tranvía, que tenemos que seguir mejorando con la voluntad y la alianza sincera de todos los actores implicados, llegaremos a 2030 con una extensa red de autobuses metropolitanos de alta frecuencia, capacidad y calidad. Para entonces, los sistemas 100% eléctricos serán los dominantes y tendremos implantada una potente red de recarga eléctrica, en las cocheras y, cuando sea necesario, en la vía pública. También llegaremos a la próxima nueva década habiendo implantado nuevos carriles bus en los principales ejes de movilidad, una infraestructura clave para reducir los tiempos de los trayectos.
Otro de los protagonistas indiscutibles del 2030 será la bicicleta. Para entonces, muchas ciudades y metrópolis de España, como será el caso del área metropolitana de Barcelona, ya habremos completado nuestra red de carriles bici y las conexiones estratégicas entre municipios. Un gran reto que permitirá multiplicar los viajes diarios en bicicleta y hacer que más ciudadanos apuesten por esta alternativa. Los modelos de éxito que hemos creado desde el AMB de bicicleta pública compartida y de aparcamientos seguros, el AMBici y el Bicibox, son un referente que puede marcar el camino al resto de España y Europa para próximo decenio.
En un momento en el que las zonas de bajas emisiones ya estarán completamente implantadas en nuestro país, los servicios de vehículos compartidos, el sharing, seguirán ganando terreno. La propia AMB, por ejemplo, impulsará próximamente un servicio de motosharing metropolitano, el primero de estas características en España. Y el sector de la distribución urbana de mercancías habrá dado un giro importante, con la sostenibilidad, la eficiencia y la tecnología como palancas de cambio.
Esperamos que el vehículo privado, que es y seguirá necesario en algunos casos, pase a ser, en unos años, un actor secundario en las zonas urbanas. Para lograrlo, será clave lograr una extensa oferta de aparcamientos de intercambio (park&ride), un servicio que el AMB ya lleva años liderando con los ayuntamientos metropolitanos, pero al que se tienen que sumar otras administraciones y operadores para crear una oferta potente y suficiente capaz de facilitar la combinación de coche y transporte. Todo suma”.
“Gracias a la tecnología la micromovilidad eléctrica puede ser una alternativa viable al predominio del coche privado”, Folco Gervasutti, PR Manager de Francia, Italia y España en Voi Technology

“Apostamos por “las ciudades de 15 minutos”, idea que defiende que se puede acceder a todo lo que se necesita para llevar a cabo la vida diaria en un cuarto de hora combinando los trayectos a pie, en bicicleta, en transporte público o en un servicio de micromovilidad compartida”.
Desde la década de 1950, nuestras ciudades han experimentado un cambio revolucionario para permitir que los coches privados conecten zonas distantes de la ciudad para los desplazamientos individuales y de cercanías. Los coches privados son eficientes en este sentido, pero esto no tiene en cuenta que hoy en día prácticamente no hay espacio para las personas y sus necesidades sociales y personales. Gracias a la tecnología, en particular a Internet y a los sistemas por satélite, la micromovilidad eléctrica puede ser hoy una alternativa viable al predominio del uso del coche privado, especialmente para los desplazamientos de primera y última milla.
Esto es lo que hacemos en Voi Technology, y lo hacemos de forma sostenible (fuimos la primera empresa de micromovilidad compartida en ser neutra en carbono a partir de enero de 2020), y de forma segura, gracias a la tecnología que hemos adoptado, especialmente en lo que respecta a las zonas de aparcamiento. En este sentido, en las ciudades en las que operamos, para salvaguardar la seguridad tanto de nuestros usuarios como del resto de actores del tráfico urbano, apostamos por un servicio en el que nuestros usuarios deben aparcar sus patinetes única y exclusivamente en las zonas de estacionamiento obligatorio, para preservar la libertad de movimiento de peatones y personas con capacidades limitadas en aceras y zonas peatonales.
Además, apostamos por “las ciudades de 15 minutos”, idea que defiende que se puede acceder a todo lo que se necesita para llevar a cabo la vida diaria en un cuarto de hora combinando los trayectos a pie, en bicicleta, en transporte público o en un servicio de micromovilidad compartida.
Gracias a que formamos parte del día a día de nuestros usuarios, hemos observado un crecimiento de las personas que utilizan los patinetes en combinación con otras formas de movilidad, como el transporte público. Así, defendemos la intermodalidad y nos parece fundamental que los usuarios puedan reemplazar los vehículos privados por otras opciones que les permitan acceder a todas sus necesidades en menos tiempo y de forma más sostenible.
Contamos con muchos usuarios que han convertido el patinete en su forma de desplazarse más usual, por la comodidad que ofrece para desplazamientos de todo tipo. Así, muchos usuarios están cambiando los atascos y la búsqueda de aparcamiento por el patinete para momentos tan cotidianos como ir al trabajo, hacer la compra, moverse hasta la farmacia o llegar al punto de encuentro de cualquier momento de ocio.
La metrópoli de Barcelona trabaja para que el transporte público sea la columna vertebral de su movilidad
La visión de futuro de la movilidad en el sistema integrado de movilidad metropolitana de Barcelona se enmarca en la agenda 2030 de las Naciones Unidas como contribución para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para ello impulsa una movilidad sostenible y saludable, promoviendo tanto la electrificación de la flota de autobuses como la movilidad activa de las personas, sea en bicicleta o caminando.

También trabaja para que el transporte público sea la columna vertebral del sistema de movilidad, inclusivo, 100% accesible y seguro, procurando a la vez el equilibrio territorial y la digitalización de la red.
Para ello está actualmente desarrollando un sistema integrado y digital de billetaje y mejorando el transporte a la demanda, además de hacer que los sistemas de movilidad públicos y privados estén interconectados, construyendo P&R y nuevos intercambiadores.
