Vie. Mar 29th, 2024

En un comunicado enviado por Carolina Sánchez, vicepresidenta de Direbus, a la ministra de Economía y al presidente del Gobierno, dice, «como parte del tejido productivo de este país, hay un derecho que este Gobierno no nos puede negar: dar una respuesta a qué están haciendo».

Direbus plantea de una forma simple pero clara, cuáles son sus dudas, y piden a la Ministra de Economía, Nadia Calviño y al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que les expliquen cómo van a afrontar los próximos meses las PYMES de este país, «en especial aquellas, que un año más tarde del estallido de la pandemia seguimos: a) pagando impuestos, b) respondiendo frente a nuestras obligaciones, c)manteniendo puestos de trabajo con la soga al cuello -y lo que nos queda- d) con ingresos y actividad nula y e) viendo un desfile de ruedas de prensa -cuando las hay- en las que se habla de lo orgullosos que están Uds. de la gestión que el Ministro Illa, con su equipo de expertos, ha hecho de la pandemia y de la crisis sanitaria en la que ha derivado un virus, que eso sí, ha venido a declararnos la guerra, mientras ustedes lo que pretenden es enviarnos al frente con palillos», afirman.

En su carta al Gobierno, Carolina Sánchez afirma: «Todos los días miles, millones de pequeños empresarios nos levantamos buscando la más mínima noticia o dato esperanzador que nos acerque de nuevo a una actitud positiva y al espíritu de superación que nos caracteriza, pero por mucho que uno se esfuerce, el positivismo, las ganas de superar esta crisis, y la búsqueda de la luz al final del túnel se vislumbra cada vez más lejana.

Ahora, por hablar de hoy, nos encontramos frente a una nueva falta de planificación por parte de los gestores de este país. Les recordamos que en marzo del pasado fatídico 2020 declararon Uds. un Estado de Alarma, estado de alarma por el que quedaba paralizada toda actividad económica
en este país, con el único objetivo de controlar un virus, que perdónenme, pero vamos para un año y si hay algo que ha quedado patente, es que efectivamente este virus ha venido a dar al traste con nuestras vidas, pero también a poner en evidencia la capacidad de planificación, de
coordinación y de ejecución de todas las Administraciones en manos de las cuales está el futuro de nuestra sociedad.

Aun así, y aunque no es excusa, asumimos, que la situación es inédita y que se ha hecho lo que se ha podido. Al menos eso asumo yo, no querría pensar que todos y cada uno de Uds. no están dando lo mejor de sí para ganar esta guerra que ha acabado con la vida de más de 57.000 españoles, datos de 27 de enero del presente. Entonces, y asumiendo ese extremo, a ver si pueden Uds. explicarnos, y cambiando al plano económico, ¿cómo debemos digerir la noticia sobre la ampliación del período de carencia de los créditos con aval ICO según RDL 34/2020?, y ya que nos ponemos, a ver si pueden Uds. explicarnos también, ¿por qué extraño y sorprendente motivo los créditos ICO de la línea Thomas Cook -primera línea de créditos a la que dirigieron a
miles de empresas del sector turístico tras el decreto de estado de alarma- no están previstos en el mencionado RDL en el que se ampliaba el plazo de carencia?, cuando, dicho sea de paso, a día de hoy, esas empresas del sector turístico, están en peor situación de solvencia que hace un año por motivos que entendemos no hace falta exponer.

Resulta que la banca, con el objetivo de a) conceder esos plazos de carencia y b) renegociar (¿?) las condiciones de esos préstamos, pretende analizar de nuevo la viabilidad de las empresas que se vieron obligadas a endeudarse por un hecho sobrevenido, del que no tienen responsabilidad alguna, después de un año de inactividad.

Señores de la banca, no hace falta que empleen mucho tiempo en analizar, yo que soy de letras, ya les confirmo que la situación de estas empresas, al menos las que pertenecen al mismo sector que la mía -el del transporte terrestre de viajeros- estamos en la más absoluta ruina o lo que es
lo mismo y en otras palabras, en situación de insolvencia financiera absoluta, no pudiendo hacer frente a nuestras obligaciones y compromisos financieros contraídos, por la ausencia total de actividad, y cuando digo total es eso: total.

Por desgracia para nosotros, la viabilidad de nuestros negocios va ligada a la recuperación del turismo, por un lado, y por otro, a los continuos vaivenes de la gestión de los Gobiernos, sean estos estatales o autonómicos, a sus medidas de restricción y a sus políticas de co-gobernanza, que se acercan peligrosamente a la, y permítanme el invento: la “co-desgobernanza”.

Dicho esto, y vayan mis disculpas por delante si alguien se siente ofendido, precisamente los señores de la banca deberían ser más cuidadosos, porque son precisamente ellos, los que tienen mucho que callar. No hace falta hablar del rescate del sector bancario hace escasos años en nuestro país, cuando fruto de una crisis financiera mundial cuyo origen residía en llamémosle una relajación de las políticas de riesgo aplicadas por las entidades, se vieron inmersos en una grave situación de insolvencia por haber dado, por ejemplo, créditos hipotecarios a diestro y siniestro,
sin haber sido capaces de analizar la viabilidad de esas operaciones, que resultaron fallidas, precisamente por los “impecables estudios de viabilidad” que habían hecho ellos mismos. A estos señores, a los que todos los españoles les pagamos la fiesta de su incompetencia, son los que
ahora van a establecer si nuestras empresas son viables o no, y no nos lo perdamos, que se deja entrever otra que es tremenda “renegociar las condiciones”, o sea que, ¿también nos van a decir cuánto más tendremos que pagar por renegociar unas condiciones que nos han venido
impuestas?, ¿alguien está pensando en incrementar los intereses por ampliar unos plazos de carencia de unos créditos cuando nuestro sector ya avisaba en mayo de 2020 que no nos recuperaríamos, como pronto hasta primavera del 2022?. Es curioso que, por aquel entonces, algún político de uno de los partidos que gobierna el país nos dijo sin titubear que si teníamos una bola de cristal cuando planteábamos esa situación: pues va a ser verdad que nuestras artes adivinatorias van más allá de la capacidad de previsión de este Gobierno.

Resulta que entidades financieras y Administración preparan un marco para renegociar los créditos y hacer más fácil el pago -eso está por ver-, a los que de manera obligada se han convertido en sus deudores. Sin embargo, este plan que inicialmente estaba previsto para primeros de enero y, después, para marzo de este año, ahora no se espera hasta el segundo trimestre del año, según se ha podido conocer por la prensa, aumentando y alargando la agonía de miles de PYMES y autónomos, que esperan una reconfiguración de sus obligaciones financieras para poder sobrevivir. ¿Sra. Calviño, Sr. Sánchez, podrían explicarnos cuáles son los
ejes de ese “marco”? básicamente porque están hablando del futuro de nuestras empresas, y tenemos el derecho de saber qué se hallan negociando, cuando hay un RDL en el que se especificaban las condiciones para poder acogerse a la ampliación del plazo de carencia en un máximo de 12 meses.

Parece ser que las patronales bancarias, junto al Ministerio de Economía y el Banco de España, están inmersas en un estudio de la situación para conocer qué volumen de clientes de los que han recibido préstamos con estos avales ICO son viables y cuáles ya son insolventes para diseñar
un marco que les permita decidir a qué empresas se puede refinanciar la deuda y cuáles serán los requisitos que tengan estas renegociaciones, y nos preguntamos ¿esos requisitos no quedaron ya establecidos en el RDL 34/2020?

Parece que es ahora cuando después de haber dado miles de millones de euros en créditos con aval ICO, créditos que estaría bien que se analizasen con detalle desde el punto de vista de a quién y para qué se han dado y desde el punto de vista de si no ha sido en algunos casos una fórmula para que el dinero saliera por una puerta y entrara por la otra, se cae en la cuenta de que con esta crisis que está siendo persistente, y que se prevé muy larga, sus carteras son más frágiles y la insolvencia sobrevuela muchas de las operaciones que, se supone, también estudiaron con sumo detalle.

Pues hay un RDL que debiéramos cumplir, y el tejido productivo de este país no debiera permitir más abusos sin estar nada en sus manos, cuando uno es responsable de una mala gestión, de una mala operación o de una mala decisión debe asumir todas las consecuencias, somos los primeros
a los que el paternalismo económico no les gusta. Pero también somos los primeros en invitar a reconocer al sector político, a los gobernantes y al sector bancario, que no es justo hacer responsable de una insolvencia económica a PYMES y autónomos atados de pies y manos, a los que, la única vía de solución que se les ha ofrecido es incrementar su endeudamiento a través de créditos con aval ICO, que previamente han debido ser garantizados con las casas de miles de familias o los ahorros de años de duro trabajo.

No podemos mirar hacia otro lado. Ninguno. Absolutamente ninguno de los que somos actores en esta triste situación. Ni PYMES o autónomos debemos eludir nuestras responsabilidades, pero resulta importante recordar que todos los derechos y obligaciones llevan adheridos derechos y
obligaciones de otros. Y que ninguno quiera sacudirse la responsabilidad que le corresponde. No sabemos en qué términos se estará negociando, pero sí sabemos que nuestro tejido productivo no puede pagar más intereses por una prórroga de carencia, el no poder pagar hoy, no puede
convertirse en la falacia de creer que el año que viene vamos a poder pagar más. La recuperación será lenta, progresiva y se sitúa -el que más y el que menos ya lo ha interiorizado- como pronto en el segundo semestre del 2022, algunos sectores, como el nuestro, seguramente necesite ver llegar la primavera del 2023.

Así que el colectivo de las PYMES de este país deberíamos recordar al Gobierno y a la banca que “Hoy por ti y mañana por mí”, y aquello de #estevirusloparamosunidos #EspañaPuede#Nadiesequedaatrás, porque quiero entender que no eran eslóganes vacíos de contenido, si no una declaración clara de nuestro Gobierno por sacar España adelante», concluye la vicepresidenta de Direbus.

Por Mayte

Periodista especializada en movilidad y transporte público de viajeros. Editora de las revistas Carril Bus y City Motion

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